Los 470.000 km2 que forman la extensión total del mar Rojo, hacen de él un mar tranquilo con hermosas playas.

El mar Rojo se halla entre la costa nordeste de África y la costa occidental de Asia. En la parte africana sus aguas bañan las costas de Egipto, Sudán y Etiopía.

Al norte limita con el mar Mediterráneo a través del canal de Suez, y al sur se junta con el océano Índico a través del golfo de Aden,cruzando sus aguas por el estrecho de Bab El Mandeb.

El mar Rojo tiene abundante pesca, sobre todo de mariscos; pero lo que realmente llama la atención son sus grandes masas de coral, perfectas para hacer esnórquel y buceo, y sus costas blancas y pacíficas, en las que la temperatura cálida es similar en los meses de invierno y verano.

Las mejores playas de Egipto las encuentras recorriendo el mar Rojo.

 

¿Qué ver en el mar Rojo egipcio?

Cuando viajes al mar Rojo podrás practicar submarinismo, dar un paseo en barco, hacer esnórquel o descansar en uno de sus preciosos balnearios.

¿Dónde están las mejores playas del mar Rojo?

Safaga

El Quseir

El Gouna

 

Ruta por el mar Rojo de Egipto – lugares turísticos

Siguiendo la carretera que bordea la costa, accedes a los siguientes lugares:

 

Ain Sokhna

Debe su nombre a las aguas termales que poseen sus montañas, de ahí Ain Sokhna, fuentes calientes.

Queda 191 km al este de El Cairo. La carretera, en buenas condiciones, llega hasta el barrio de El Maadi.

Debido a su proximidad con la capital, es muy frecuentada para pasar un día en sus tranquilas pero rocosas playas. Puedes hospedarte en un pequeño hotel o acudir a un camping.

Desde Ain Sokhna tienes que escoger entre dos direcciones: una carretera va hacia Sharm el-Sheij (433 km), y la otra bordea el mar Rojo hacia Hurghada (332 km).

Si quieres conocer distintos sitios turísticos, te recomiendo ir hasta Hurghada y desde allí cruzar en ferry a Sharm el-Sheij. Demora 90 minutos y sale varios días a la semana.

Para ir en orden, el siguiente punto de interés turístico es Zafarana.

 

Zafarana

Está a 65 km al sur de Ain Sokhna y a 256 de El Cairo. Lo más interesante son sus playas, de las mejores playas de Egipto; además es un punto ideal para conectar con los dos monasterios de esta costa.

¿Cómo llegar? En autobús público o en taxi desde Hurghada o Beni Suef.

 

El Monasterio de San Pablo

Para llegar, continúa por la carretera de la costa más allá del puerto de Zafarana. Unos 30 km al sur parte un estrecho camino a la derecha que se adentra en las montañas durante 13 km.

Nota: la carreta no está en buenas condiciones y está llena de curvas. Pero la llegada es una recompensa.

Como la mayoría de los monasterios de Egipto, el de San Pablo está protegido por una muralla. Data del siglo IV; los árabes lo conocen como Deir Anba Bula.

Se divide en dos partes; en la antigua se hallan casi todas las iglesias. Destaca la de San Pablo, excavada en una cueva donde se dice que vivió.

Las paredes están cubiertas con pinturas y representan pasajes de las Sagradas Escrituras. El féretro de Anba Bula, todo de mármol, se halla en la pared sur.

Durante las sesiones litúrgicas en los meses de enero, febrero y marzo, se utilizan los tres altares.

Otras iglesias son las de Abu Safain, la Sagrada Virgen y San Miguel. Cerca de esta última hay una biblioteca con unos 500 volúmenes y manuscritos históricos.

El monasterio contiene un pequeño albergue, construido en 1948, donde te puedes hospedar.

Alrededor existen varias cuevas, y a un kilómetro al sudoeste, en el Wadi Um Sillina, otras tres. A veces están habitadas por beduinos.

 

El Monasterio de San Antonio

Fue construido en el reinado de Julián El Falso, entre los años 361-63.
Sus seguidores levantaron el monasterio donde san Antonio vivió hasta su muerte a la edad de 105 años.

Como en la mayoría de los monasterios, el nivel intelectual llevó a la creación de una gran biblioteca que más tarde fue saqueada y abandonada, al igual que el edificio.

Es fácil la visita, gracias a las carreteras modernas que se han construido hasta el pie del monasterio.

En el interior del recinto amurallado (12 metros de alto) está la antigua iglesia de San Antonio, cuyo interior se halla cubierto con pinturas de santos.

Al este destaca la iglesia de los Apóstoles Sagrados, también llamada «iglesia de los meses de verano», pues solo se utilizaba de abril a octubre. Contiene tres altares: el del norte está dedicado a la Virgen, el altar central a los doce apóstoles y el del sur a san Antonio.

Existen varios iconos con las representaciones de algunos santos; destacan los de san Miguely san Gabriel.

 

Camino a Sudán

Después de Zafarana aparecen, en orden, El Gouna, Hurghada, Safaga y El Quseir.

Safaga, de ser un puerto pequeño, se ha convertido en un complejo turístico, pero sin llegar a tener la importancia de Hurghada. Vive principalmente de los fosfatos extraídos de sus minas.

Una carretera de 161 km la conecta con Qena.

Si prosigues en dirección sur, a 70 km está Quseir, otro pequeño puerto dedicado a la extracción de fosfatos. Una carretera de casi 200 km lo une con el Alto Egipto y llega hasta el pueblo de Qift.

Cerca, se hallan las ruinas de una fortaleza edificada por el Sultán Selim.

81 km separan este último punto de Marsa Mubarak, y 51 km después está Marsa Alam, una pequeña aldea de pescadores unida con el Alto Egipto a través de una carretera de 233 km que llega a Edfu.

Tras casi 180 km aparece Berenice, uno de los antiguos puertos de los ptolomeos. Cerca de la aldea se encuentra un templo pequeño, muy derruido, dedicado a Seramis.

Continuando en dirección sur, y tras pasar la aldea de Halaib, se llega después de casi 90 km hasta Bir Shalatain, punto fronterizo con Sudán.