Karnak, situado a unos 3 km del templo de Lúxor, es el otro gran templo de la orilla oriental. Con una extensión de nada menos que kilómetro y medio de longitud por medio kilómetro de anchura, es el más impresionante de todo Egipto.

No se trata de un único templo, sino que Karnak es el conjunto de varios santuarios en cuya construcción se emplearon más de 2000 años.

Así pues, podemos decir que Karnak es el templo más grande de todo Egipto.

Tantos años en obras, reformas y ampliaciones, hace pensar que en ellas participaron casi todos los faraones de la historia de Egipto.

Destacan unos cuantos: Amenofis IV (Ajenatón), Senosert I, Tutmosis I, Pinoujem I, Seti I, Ramsés III, Horemheb, Amenofis I, II y III, Hatshepsut, Filipo Arrhideo, Ptolomeo III y VIII, Osorkon IV, Taharka, y me detengo aquí para no cansar.

Todo el conjunto podría dividirse en tres bloques:

  • La parte central, la más grande, está dedicada en su mayor parte al dios Amón.
  • El lado septentrional pertenece a Montu, dios de Tebas.
  • El ladosur alberga el templo dedicado a Mut, diosa del cielo.

Y como nota de color, el lado sur se comunica con la parte central a través de una avenida de esfinges con cabeza de carnero, construida durante la XXI dinastía.

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¿Qué ver en Karnak?

Te contaré qué visitar en el complejo de templos empezando por el lado sur y terminando en el extremo norte.

Una vez atravesada la avenida de esfinges, llegas al primer pilono, donde se halla la puerta de entrada al recinto. Camina hasta el patio. A la izquierda verás una triple capilla, dividida a su vez en tres capillas contiguas dedicadas a Amón, Mut y Jonsu.

Al final del patio, a la derecha, se halla una de las columnas de Taharka (restaurada) que formaba parte de la hilera que flanqueaba el patio. En la parte sur se levanta un pequeño templo perteneciente a Ramsés III.

Regresa al pasillo central. Justo antes de pasar el segundo pilono, verás una gigantesca estatua de granito que representa a Ramsés II con una de sus hijas, la princesa Be`Anta.

Y ahora sí, sumérgete al interior del templo. La grandiosidad de la sala hipóstila te dejará boquiabierto con sus inmensas columnas. Los relieves de la sala fueron obra de Seti I y Ramsés II. En los muros exteriores se narran algunas de las batallas de estos faraones en Palestina y Siria; en especial, la «Batalla de Qadesh».

La sala ocupa una superficie de 4.983 m2 y está formada por 134 columnas de entre 13 y 21 metros de altura, que se distribuyen en un total de 16 filas. En algunas todavía se pueden ver los colores originales, sobre todo en los capiteles.

Dejando atrás la sala hipóstila verás varias construcciones de la época de Amenofis I y II y la capilla Roja, construida por orden de Hatshepsut, la reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto.

Más adelante se encuentra la parte más antigua del templo de Karnak, donde se alzan catorce columnas con forma de papiro y dos obeliscos pertenecientes a Hatshepsut.

Luego aparecen, en orden, las capillas de épocas posteriores, el patio de Tutmosis III y el templo del Festival, perteneciente a este mismo faraón, que fue el que más victorias obtuvo durante su reinado.

Este templo fue edificado en honor al dios Amón-Ra. Sus medidas son de 44 metros de ancho por 16 metros de profundidad. El techo del templo, soportado por 20 columnas con los capiteles invertidos, fue una innovación artística que nunca volvió a repetirse.

Presta atención a los relieves: aparece Tutmosis haciendo ofrendas a los dioses. Y si miras los pilonos de la parte sur, podrás identificar una lista geográfica de localidades sirio-palestinas contra las que se entabló batalla, representadas por escudos y encabezadas por figuras de cautivos asiáticos.

Al patio norte del séptimo pilono se le conoce como el patio sellado. A principios de siglo se encontraron en él miles de estatuas.

Y a la derecha del séptimo pilono se encuentra la gigantesca estatua que representa el escarabajo sagrado, de la época del reinado de Amenofis III. Cuenta la leyenda que dando varias vueltas a su alrededor se cumple el deseo que estás pensando en ese momento.

Un poco más adelante está el lago sagrado. Era aquí donde los sacerdotes de Amón se purificaban y realizaban sus ritos religiosos.

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De aquí pasamos a la parte oeste del complejo, donde entre los pilonos noveno y décimo se levanta el templo de Jonsu. Lo comenzó a construir Ramsés III, y al igual que su templo en el Gran Patio, tiene una arquitectura propia del Imperio Nuevo.

Los relieves fueron completados por Ramsés IV, Ramsés XII y Herihor, un alto sacerdote que se hizo con el poder al final de la XX dinastía.

A la derecha del último pilono, en el muro, se abre la puerta conocida como Bab El Amara, construida por Ptolomeo III Evergetes, que daba acceso a la avenida de carneros protectores de Amenofis III.

Dentro del recinto de Amón existen unas veinte capillas y templos pequeños, entre estos un templo perteneciente a Ptah.

Afuera, sobre el extremo sur, se halla el templo de Mut, antiguamente rodeado por un lago del que no queda nada. Fue construido por Amenofis III, aunque también intervinieron otros faraones como Ptolomeo II Filadelfo y Ptolomeo III Evergetes I. En su origen estaba decorado con centenares de estatuas de granito negro que representaban a la diosa leona Sejmet, de la que todavía se pueden ver imágenes.

Una avenida de esfinges, al oeste del templo de Mut, comunicaba el templo de Karnak con el templo de Lúxor.

Te recomiendo visitar a continuación el pequeño templo de Montu, que comprende varios templos menores, entre ellos los de Hapre y Maat.

Una última sugerencia. Rebobinemos. Antes de entrar a la sala hipóstila de Ramsés II, justo a la izquierda del primer patio, hay un museo al aire libre que está formado por bloques de piedra pertenecientes a los templos que rodeaban el conjunto de Karnak.

Se paga una entrada aparte de la del templo.

Lo más interesante son los relieves grabados de estos bloques y una capilla-pabellón de la barca sagrada de Amón, erigida por Sesostris I (dinastía XII). Aunque parezca extraño, se reconstruyó con sus materiales originales. Los bloques de piedra de la capilla habían sido utilizados en los cimientos del tercer pilono del templo de Amón.

Para averiguar qué excursiones próximas puedes sumar al viaje, mira los lugares de interés que ofrece Lúxor.