El origen del templo de Kom Ombo se remonta a la XVIII dinastía. Durante el reinado de Tutmosis III se construyó un pequeño santuario. Los griegos lo denominaron Ombos, y una vez establecida en la zona el desarrollo de la agricultura, el templo se amplió y conoció su mayor apogeo.

Lo reformó Ptolomeo VI Filométor (181-145 a.C.), pero su decoración se concluyó un siglo después, bajo el mandato de Ptolomeo XII Auletes.

El templo está situado en lo alto de un montículo, al lado de la orilla del río Nilo. Debido a esa proximidad, una gran parte del atrio del vestíbulo ha sufrido una fuerte erosión.

La parte trasera, sin embargo, se conserva en muy buenas condiciones, dado que permaneció enterrada en la arena hasta finales del siglo XIX.

El templo está dividido en dos partes, cada una de ellas consagrada a dos tríadas de dioses. La de la izquierda a la tríada compuesta por Sobek (el dios cocodrilo), Hathor (su madre) y Jonsu (su hermano).

La otra zona, la de la derecha, a la tríada de Horus (dios del sol), Tasenetnofret (la diosa hermana) y Panebtawy (el señor de los dos países).

Después de traspasar los dos pilonos, el vestíbulo, la sala de las columnas y las tres antesalas, se llega a los santuarios de los dioses.

En tanto, a través de la primera sala hipóstila, se accede a un corredor que agrupa todo el patio interior del templo. El patio exterior está empedrado al igual que el del templo de Edfu.

En una de las paredes internas del corredor exterior hay un relieve mandado grabar por el emperador Trajano, donde aparecen los instrumentos de cirugía empleados en aquel tiempo.

Hay otro relieve en la parte derecha de la sala hipóstila que muestra el calendario egipcio. La famosa Cleopatra VII también está representada.

En la parte izquierda del gran patio se halla un pozo, al que puedes bajar por unas escaleras en forma de caracol. Según se dice, servía para establecer las cuotas de los impuestos: cuanto más alto estaba el nivel del agua, más abundante iba a ser la cosecha, por tanto más impuestos tenían que pagar. Al mismo tiempo era usado como nilómetro.

Justo a la izquierda de la puerta de salida (la puerta de la verja), hay una capilla romana consagrada a Hathor. Hasta hace poco era utilizada como almacén de cocodrilos momificados. Hoy día solo se pueden ver unos cuantos.

NOTA: se paga entrada, aunque un poco más económica que en la mayoría de los templos.