El canal de Suez marca la división entre el continente africano y asiático. Permite acortar la ruta del comercio marítimo entre el sur de Asia y Europa, pues evita rodear el continente africano.

Por poner dos ejemplos, ha permitido reducir a un 28% la ruta Londres-Hong Kong y a un 44% la de Londres-Bombay.

¿Cuál es el trayecto del canal de Suez?

El canal comunica Port Said, en la costa mediterránea, con Suez, en la costa del mar Rojo. Tiene una longitud de 163 km.

Comienza en el extremo nordeste de Egipto y atraviesa una parte del lago Manzala para después adentrarse en una zona desértica y llana.

Sigue en dirección sur; pasa por el lago El Timsah y más adelante por los lagos Amargos: Buheirat Murrat El Kubra y Buheirat El Sugar.

Termina su trayecto en el mar Rojo, en el llamado golfo de Suez.

Características generales del canal

El paso del canal de Suez está calculado para buques de hasta 240.000 toneladas y 68 metros de altura por encima del nivel del agua.

Para atravesarlo, se forman convoyes de 10 a 15 barcos, que parten desde Suez o Port Said.

Se puede practicar la navegación nocturna desde hace varios años.

Es muy interesante visitar esta construcción para comprender la importancia de la geografía egipcia y el poder de la ingeniería humana. Contáctanos.

Lugares para visitar en torno al canal

Durante el desarrollo de la construcción, surgieron a lo largo de su litoral varias ciudades.

Si deseas ir por tu cuenta, una serie de autobuses y trenes enlazan varias veces al día desde El Cairo con cualquiera de estos sitios.

Port Said

El Qantara

Ismaeliya

Suez

Historia del canal de Suez

En la época faraónica ya se tenía la idea de conectar el Nilo con el mar Rojo. El primer faraón que intentó este proyecto fue Necao II, quien pretendió sin éxito la construcción de un canal ayudándose de la depresión de Wadi El Tumilat.

Su intención era unir el brazo Pelusiaco del Nilo con el golfo de Suez, posiblemente para reabrir las relaciones comerciales con Opone.

Darío I (522-486 a.C.) reanudó las obras, como lo demuestran varias estelas encontradas a lo largo del recorrido.

Tras los faraones llegaron los árabes; Amr Ibn Al As, general del Califa Omar, se encargó de reconstruir el canal para comunicar Egipto con la ciudad árabe de Medina.

Pero un siglo después, el califa Gafar El Mansur mandó destruir el canal por causas políticas.

En la época del Renacimiento (siglo XV), los venecianos vuelven a revivir la idea de excavar una vía fluvial a través del istmo de Suez.

También Napoleón planteó el proyecto de abrir un paso por este istmo, pero debido al fallecimiento del ingeniero a cargo, fueron anuladas las obras.

A continuación los ingleses retoman el plan. Les interesa reducir la ruta a la India. Pero Mohammad Ali, que gobernaba entonces, no tenía garantías internacionales de que Egipto tuviera el control posterior del canal.

A su muerte, su sucesor Said evalúa dos proyectos de construcción: el de Ferdinand de Lesseps, cónsul de Francia en El Cairo durante 1831-38, y el del italiano Luigi Negrelli.

El 30 de noviembre de 1854 se le otorga el plan a Ferdinand de Lesseps, quien se encarga de formar y presidir la Compañía Internacional del Canal de Suez.

Inauguración del canal de Suez

La compañía fue la responsable de recoger el capital preciso para la realización de las obras. Lo consiguió mediante la venta de acciones a los países más interesados. Además, tenía pleno derecho del canal hasta 1968, año en que sería nacionalizado definitivamente por Egipto.

El consejo de administración estaba conformado por 18 franceses, 10 británicos, 1 holandés, 1 estadounidense y 2 egipcios.

El estatuto internacional fue fijado en 1888 por la Convención de Constantinopla; proclamaba el principio de neutralidad y la total libertad de navegación en tiempos de paz y guerra (principio que no fue respetado).    

15.000 obreros traídos desde Europa se pusieron manos a la obra el 25 de abril de 1859, en el entonces pueblo de Port Said.

Después de varios aplazamientos, el 17 de noviembre de 1869 zarpan del puerto de Port Said varios barcos con el objetivo de celebrar la tan esperada inauguración.

A bordo viajan varias personalidades de alto rango, como la emperatriz Eugenia de Montijo en el barco francés el Aguila, y el emperador austríaco en el yate Gref. Llegaron a Suez el 20 de noviembre de 1869.

La nacionalización del canal

Durante las dos guerras mundiales, toda la zona del canal fue punto de gran importancia en las operaciones militares.

En junio de 1956, el presidente Gamal Abd El Nasser nacionaliza el canal y pone fin a la ocupación británica, aprovechando la negativa de Estados Unidos a financiar la construcción de la presa de Asuán.

La dirección técnica y financiera se confió a una empresa nacional: la Compañía del Canal de Suez (Suez Canal Authority).

Pero la nacionalización se adelantó 12 años, según el acuerdo que tenía el país con la Compañía Internacional.

Las tropas franco-británicas e israelíes atacan y ocupan el canal durante los ocho meses que dura la guerra del Sinaí.

Tras la intervención de la ONU, Egipto recupera el control e indemniza con 28 millones de libras esterlinas a la Compañía Internacional. El acuerdo se firmó en Roma en abril de 1958 y el gobierno egipcio efectuó el último pago en enero de 1963.

Las guerras por el canal contra Israel

En 1967 comienza la llamada Guerra de los Seis Días, en la que Egipto pierde la orilla este y la península del Sinaí.

El canal permanece cerrado durante 8 años, hasta que en 1973 se lleva a cabo la Guerra de Yom Kippur, por la cual el presidente Anuar Al Sadat vence al ejército israelí y recupera los territorios perdidos.

El 5 de junio de 1975, tras la limpieza de tanques y restos de bombas sin estallar, y la rehabilitación de las ciudades bombardeadas de Port Said, Ismaeliya y Suez, se reinaugura el canal.

Hoy es la mayor fuente de ingresos de Egipto.