Se halla al sudoeste de la gran pirámide. Una primera impresión nos hace pensar que es más alta que la de su padre (Keops), pero lo cierto es que está construida sobre una base más alta, además de tener sus caras mucho más inclinadas.

En su origen la altura fue de 143 metros; actualmente se ha reducido a 136.

Sobre su vértice todavía se conserva parte del revestimiento original de caliza de Tura, que resalta su color blanquecino.

Presenta dos entradas, ambas en la cara norte: una situada aproximadamente a media altura del suelo, y la segunda (por la cual se entra), debajo de la anterior, al nivel de la base.

En 1818, el italiano Giovani Belzoni fue el primer hombre que entró en su interior después de miles de años.

Pudo recorrer su único pasillo hasta llegar a la mayor de las cámaras (existen otras adyacentes, pero de menores dimensiones), en la que encontró un sarcófago en granito, vacío, junto a la tapa partida en dos pedazos.

En la parte exterior y sobre el lado este, se hallan los restos de una calzada que conducía directamente hasta el Templo del Valle.

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